La Luz Divina: la presencia de las velas en la Biblia

Las velas, a lo largo de la historia, han desempeñado un papel significativo en diversas culturas y religiones, y su presencia en la Biblia no es una excepción. Más allá de su función práctica de proporcionar luz, las velas han simbolizado la espiritualidad, la devoción y la conexión con lo divino en numerosas referencias bíblicas.

La luz como símbolo de Dios: el Principio

El tema de la luz se presenta desde las primeras páginas de la Biblia. En el libro del Génesis, específicamente en el relato de la Creación, se describe cómo Dios dijo: «Sea la luz», y la luz fue creada. Este acto divino de traer luz al mundo establece un vínculo simbólico entre la luz y la presencia de Dios. La luz, en su forma más pura, se convierte en un reflejo de la divinidad que guía y disipa las tinieblas.

menorah with lit candles
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La Menorah: una luz continua en el Tabernáculo y el Templo

En el Antiguo Testamento, la Menorah, un candelabro de siete brazos, desempeña un papel central en la adoración en el Tabernáculo y más tarde en el Templo de Jerusalén. Este candelabro, hecho de oro puro según las instrucciones divinas dadas a Moisés, es un símbolo poderoso de la luz espiritual. Cada día, los sacerdotes encendían las lámparas de la Menorah, asegurando que la luz nunca se extinguiera. Este acto ritual subraya la idea de que la luz de Dios siempre está presente, incluso en medio de la oscuridad.

El salmo 18:28: «Tú, Señor, enciendes mi lámpara»

En el Libro de los Salmos, específicamente en el Salmo 18:28, encontramos una referencia poética a la luz divina. El versículo declara: «Tú, Señor, enciendes mi lámpara; mi Dios convierte en luz mis tinieblas». Esta imagen poética refleja la creencia de que Dios no solo proporciona luz exterior, sino que también ilumina el alma, disipando la oscuridad espiritual.

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Jesús como la Luz del Mundo: el Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento continúa la conexión entre la luz y lo divino, especialmente en la figura de Jesús. En el Evangelio de Juan (Juan 8:12), Jesús declara: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida». Esta metáfora resalta la capacidad de Jesús para guiar espiritualmente y proporcionar claridad en medio de la confusión.

Velas en la tradición cristiana: simbolismo y ritual

A lo largo de la historia cristiana, las velas han sido elementos fundamentales en rituales y ceremonias. La luz de las velas durante la celebración de la Eucaristía simboliza la presencia de Cristo como la luz del mundo. Además, en momentos litúrgicos y de oración, la disposición de velas encendidas refleja la creencia en la conexión directa con lo divino a través de la luz.

El Cirio Pascual: Celebrando la Resurrección

En la tradición cristiana, el Cirio Pascual es un símbolo central en la celebración de la Resurrección de Jesús durante la Vigilia Pascual. Esta vela, encendida en la oscuridad de la noche, representa la victoria de la luz sobre las tinieblas, simbolizando la resurrección y la vida eterna.

Mamá Candela Cirio Pascual pintado a mano
Mamá Candela Cirio Pascual pintado a mano

La Luz que perdura

La presencia de las velas en la Biblia trasciende lo puramente práctico y se sumerge en el reino simbólico y espiritual. Desde las primeras palabras de la Creación hasta las enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento, la luz de las velas ha sido un recordatorio constante de la conexión divina y la presencia de Dios. Al encender una vela, ya sea en el contexto de un ritual religioso o como un gesto personal de reflexión, continuamos participando en esta rica tradición que simboliza la luz que guía y perdura a lo largo de los siglos.