Es un homenaje a las madres, que dan luz. Especialmente a la Madre, que cuida y protege, que es la LUZ que alumbra nuestro camino.
Es el deseo de poner el acento en lo importante. En la liturgia como alimento de nuestra fe. También es la necesidad de volver la vista a lo natural, a lo sencillo.
Es una aportación de VIDA para ayudar a redescubrir el sentido profundo de las cosas.
Fue utilizado por los antiguos egipcios para curar la mente, el cuerpo y el espíritu. Es estabilizador y fortalecedor para las emociones, fomentando la paz, la
confianza y la conciencia.
Este aroma cítrico es a la vez fresco y relajante. Nos aporta estabilidad y lucidez, serenidad y estado de ánimo positivo. Es un excelente remedio contra el estrés y la negatividad, ya que equilibra y calma, y al mismo tiempo tiene una capacidad única para aliviar la ansiedad, el estrés y la tensión.
En la antigüedad el cedro se usaba en medicina y cosméticos, y aún hoy se sigue utilizando. Tiene propiedades calmantes y purificantes. Es un estimulante emocional, y ayuda a la liberación de melatonina (hormona relacionada con el sueño profundo).
su aroma dulce y cálido, que estimula y eleva el ánimo, se conoce como «olibanum», y es usado en ceremonias religiosas desde hace miles de años. Estimula y eleva nuestro espíritu, y tiene propiedades reconfortantes que nos ayudan a enfocar la mente y supera el estrés y la desesperación.
De fragancia muy delicada, y símbolo de pureza, el jazmín es un relajante natural. Baja la frecuencia cardíaca, nos ayuda a conciliar el sueño y calmar la mente. Nos transmite positividad y vitalidad.
Con un característico aroma dulce y floral que calma y relaja, aporta equilibrio aumentando la energía y la concentración, por lo que es muy indicado para afrontar situaciones de estrés. Favorece también el sueño.
Este fruto se daba tradicionalmente a los oficiales imperiales chinos, llamados mandarinos. Con su característico aroma que aporta frescor y dulzura, ayuda a la relajación y el aumento del ánimo.
Purifica, restaura, revitaliza y eleva el ánimo, gracias a su aroma rico, suave y balsámico, y sus propiedades antisépticas. Brinda un estado de bienestar y calma el estrés. Fue uno de los regalos dado a Cristo por los Magos de Oriente.
Su aroma fresco y cítrico nos aporta optimismo, entusiasmo y fortaleza. Eleva el ánimo, dando la sensación de paz y tranquilidad.
Fue usado por María de Betania para ungir los pies de Jesús antes de la Última Cena. Es relajante y calmante. Su aroma dulce y amaderado, fresco y especiado y de sus flores blancas, da un placer a los sentidos y sus propiedades son un aliado emocional y espiritual que recupera la calma necesaria.
Su aroma floral, intenso pero dulce a la vez, es relajante y calmante, perfecto para gestionar episodios de ansiedad, cansancio nervioso y estrés emocional.
El sándalo es muy conocido desde la antigüedad. Su aroma favorece la relajación, induce a un estado de relajación y armonía, favorece el pensamiento positivo y ayuda a la concentración.
La vainilla ayuda a combatir la depresión, el estrés y el insomnio gracias a su dulce aroma, que produce una sensación sedante.
El aroma dulce de esta flor tiene propiedades calmantes y relajantes, y nos ayuda a conciliar el sueño, y aliviar la tensión y la ansiedad.
Su significado es «flor de flores»; su nombre lo dice todo, posee un aroma dulce y floral que es efectivo para calmar y dar una sensación de relajación. Ayuda a liberar sentimientos de rabia, tensión e irritabilidad nerviosa.